Desde hace cuatro años en el banco podemos venir con ropa casual (al menos la parte administrativa). Eso implica que de pantalones drill y camisitas de vestir hemos migrado paulatinamente a jeans y polos con cuello... lo más relajado posible. Los viernes ya es otra historia; la gente viene en polo, zapatillas y les aseguro que en verano no falta el o la desubicada que viene como para la playa.
En fin. Con esta política yo voy tranquilo al trabajo en jean y camisita o chompa (salvo excepciones cuando tengo alguna reunión importante ya agendada... en ese momento si me ven de terno y corbata cual ejecutivo importante).
Ayer, jueves, no fue excepción. Vine a trabajar en jean, un polo con cuello y mi sweatshirt... y mi MALETIN del gimnasio (uno ligeramente grande y rojo). Minutos antes de salir dirección al gym mi jefe me llama y me dice que tenía una invitación para una "charla" de una empresa consultora, que si quería ir... que no creía que demore mucho y que debe ser algo informal.
Muchachos, cuando el sexto sentido les grite "NO" por favor háganle caso!!!
Primer dilema: Dar con la ubicación. Mi jefe no se ubicaba bien (por no decir nada) con el sitio, por lo que me mandó al desvío. Luego de preguntarle a dos policias, un vendedor de caramelos y un señor que cuida carros di con el local. Acercándome al sitio recordé haber asistido a un evento en ese local con aterioridad, pero yo en esa ocasión había asistido re formal. Algo me estaba pareciendo raro...
Segundo dilema: A menos de 3 metros del local me dí con que el evento era SUPER formal. Del estacionamiento salían una pareja. Ella muy al saco largo y estola; él con su terno negro y los gemelos que podían verse a distancia... claro, y yo en jean. Por un momento recé por que fueran eventos distintos. Ja!! Nones, al llegar a la puerta del local los tres fuimos escoltados hacia la mesa para registrarnos... "por favor sáquenme!!" es lo único que podía pensar, pero ya estaba dentro y yo venía en representación del banco... "valor hombre" pensé.
Tercer dilema: Me registré sin problemas... o casi. Yo no estaba en la lista de asistentes, pero si el banco. Mostré mi fotocheck y luego de bajar toda la sangre que tenía en la cara, le pedí muy amablemente a la señorita si podía dejar mi maletin (si, ese... el grande y rojo del gym) con ellas ya que, como comprenderán, bastante tenía con entrar en esas fachas a la reunión. No se pudo... así que tripas corazón, la verguenza bien guardada en el bolsillo del maletin y con la cabeza en alto, me dirigí al evento...
Cuarto dilema: El evento se desarrollaba en el patio de la casona, es decir, en el primer piso. En las escaleras habían dos anfitriones que te saludaban mut amablemente, te preguntaban tu nombre y de que empresa y luego de escoltaban para presentarte al GERENTE GENERAL PERU, al GERENTE CORPORATIVO DE RRHH para Latino América y al CEO de toda la empresa... y yo en fachas!!! O sea, si por algún momento se me ocurrió ampliar la red de contactos, en ese momento preferí no pensar. Caminé como si nada, pasé al primer anfitrión pero el segundo me saludó y no había vuelta que dar. Escoltado yo (en jean y polo) y mi maletin (enorme y rojo) para saludar a los respectivos. Sudando Bajé, saludé y recé por que sólo saludaran y pasara de largo...
Quinto dilema: Saludé, intercambiamos un par de palabras y seguí mi camino... entre la gente (que era mucha y todos de gala), abriendonos camino. Al fin encontré un lugar donde poner al maletin. Detrás de un sillón que daba a la pared. Santo remedio... maletín guardado. Ahora a pasar des apercibido... jajajajaja!
Sexto dilema: Parado yo me sentía super corto... un grupo de altos ejecutivos (y no sólo por los puestos... eran enormes) estaban conversando a mi lado. Estaba entre entrar a la conversación y no hacerlo. No perdería nada, total estaban hablando de temas que yo domino. Justo cuando me disponía a hablarles siento un golpe por la espalda... "Disculpe señor" me dicen, "me preguntan en recepción si se registró a la hora de entrar?". Yo buscaba el hoyo mas cercano para meterme y quedarme el resto del evento encerrado. Muy suelto de huesos respondo "si, claro... hace un rato". Cortada la inspiración para hablar con "mis posibles empleadores", me senté y decidí esperar...
Septimo dilema: ¿Cuáles son las probabilidades que en un grupo de por lo menos 200 personas, de las cuales conoces a cero, una de ellas intente abordarte de la mnera mas descarada posible? Miestras estaba yo sentado y luego de haber tomado 2 maracuyá sours y empezar mi primera copa de vino empecé a sentir la mirada de alguien clavada en mi. Era uno de los gerentes del grupo del costado que me miraba mientras hablaba con el resto. "Dios... algo mas me va a pasar hoy?" es lo único que podía pensar. Minutos pasaron y él y un gerente de una aerolinea se acercaron para hablar conmigo. comentarios iban y venían, risas y yo sólo quería salir de ahí por que si al principio me sentía incómodo ahora me sentía MUCHO peor.
Octavo (y último) dilema: El gerente de la aerolínea (cual ángel caído del cielo) dijo que para él ya era tarde y que se iba a retirar. Momento mas que propicio para mi para hacer lo propio, a lo que el otro gerente al parecer también pensó igual. Salimos los tres conversando, nos despedimos, intercambio de tarjetas... las mias? las había dejado en casa... noooooo!! Tuve que darles mis datos en el reverso de las suyas. El gerente de la aerolínea se dirigió al estacionamiento y el otro gerente me pregunta "Hacia donde vas? Porque no he traido carro y si quieres podemos compartir el mismo taxi." - "No se preocupe. Yo voy para el otro lado... a demás me voy en bus." le dije. "Vale, te acompaño hasta la avenida. De paso que conversamos un rato". Intentó invitarme a cenar, llevarme hasta mi casa y cuando se enteró que vivía algo lejos me dijo que si no quería mejor dormir en su departamento, que era más céntrico. Noooooo!!! De lo mas amable le dije que no por que mi media naranja me espera en casa y me encanta dormir abrazo a MI naranja. Me despedí de lo más cortés, crucé la avenida y tomé el primer bus que me sacara de ese lugar.
Como comprenderán, hoy he venido en pantalón de vestir y con camisa. Mis tarjetas personales en el bolsillo y con mi anillo... sólo para estar preparado para cualquier eventualidad.